El sueño de la planta propia en las Pymes está más cerca
El programa “Mi Galpón” ofrece financiamiento a tasa subsidiada para que quienes alquilan adquieran la propiedad donde la empresa desarrolla sus actividades industriales.
La crisis internacional no ofrece demasiadas alternativas en el mundo “desarrollado” que vislumbren salidas ajenas a las propuestas clásicas de la ortodoxia económica, optar por más ajuste y ponderar la preeminencia de lo financiero por sobre lo productivo, terminan por alejar definitivamente cualquier atisbo de recuperación vía inversiones y mayor consumo interno, que reviertan la tasa negativa en cuanto a generación de empleo en los sectores más dinámicos de la economía, como la industria y la producción con valor agregado.
La economía argentina no está exenta y mucho menos “blindada” de los coletazos de una crisis mundial que ha devastado al mercado interno del bloque de la Unión Europea, debilitando el consumo en términos caóticos lo cual ha llevado a tasas de desempleo récords que en países como España oscilan el 23 %.
No obstante esta situación que se torna cada vez más dramática y que ha decantado en una profunda crisis social que incendia a la Unión Europea, con reclamos de todas las comunidades de la “Vieja Europa” ante una serie inacabable de ajustes, la ortodoxia económico-financiera promueve soluciones que no han tenido éxito en ninguna parte, es decir cambio de deuda por más deuda, canjes, renegociaciones, restricción del gasto y la inversión pública que postergan la posibilidad de recuperación a partir de nuevas inversiones genuinas en la economía real y en el sector de la producción, que es el único capaz de crear empleo sustentable.
Más allá de este análisis macro, la intención de la nota es plantear una nueva herramienta del Ministerio de Industria de la Nación, denominado “Mi Galpón” que tiene como objetivo impulsar el desarrollo de las MiPyMes de todo el territorio nacional, mediante el acceso a la unidad productiva propia a través de créditos blandos.
Esta medida es de absoluto tenor contracíclico y denota una muestra del antagonismo económico argentino, respecto a las políticas de ajuste y restricciones que propone, principalmente, la Unión Europea, pero que es el ardid que utiliza para sostener el “statu – quo” la corporación financiera mundial.
Volviendo a los préstamos de la SEPYME, son más que interesantes para las industrias que deseen adquirir su propia planta industrial o construirla, pues presentan un horizonte de repago de hasta 15 años y en el caso de tratarse de galpones industriales, el monto máximo al que puede acceder una empresa es de hasta $ 1.500.000.
La Secretaría Pyme, una de las áreas que integra el Ministerio de Industria, ofrece la posibilidad de hacer más asequible el empréstito para las empresas y bonifica la tasa de interés de la Línea del Banco de la Nación Argentina en “Financiamiento de Inversiones de Actividades para la MIPyME”.
El esquema de bonificaciones presenta una rebaja de tres puntos de la tasa para las micro y pequeñas empresas, mientras que la reducción es de un punto para las empresas medianas, durante los 5 primeros años del repago del crédito y hasta los primeros 800.000 pesos del monto prestado.
Asimismo la SEPYME establece un esquema de bonificaciones con carácter regional, con lo cual, una micro empresa de la región Norte Grande (ver recuadro) paga un 9,5% de tasa y una mediana de esa región abona el 11,5%.
Para acceder a esta línea de financiamiento laxo, los empresarios interesados deberán completar el formulario en la página http://www.sepyme.gob.ar/mi-galpon/ y luego si es viable en términos de la evaluación que la SEPYME realice, se comunicará al empresario la pre-aprobación.
Cumplida esa instancia, la PyME deberá presentar ante la Dirección Nacional de Asistencia Financiera, la documentación que avale que es una Mipyme (*) y dispone de un galpón para uso industrial (alquilado o propio), tras ello, la SEPYME realizará la evaluación a efectos de emitir la elegibilidad o rechazar la solicitud presentada, lo cual será comunicado de manera simultánea al empresario y al Banco.
Esta herramienta no sólo es importante para ayudar de manera directa a quienes sueñan con una planta propia donde desarrollar la actividad industrial, sino que indirectamente incide en la promoción de las inversiones, un incentivo a la recuperación del mercado inmobiliario y la construcción, estimulando la ampliación de la capacidad productiva de las PyMES, situación que debiera impactar en la oferta de manufacturas de origen nacional.
En síntesis una buena noticia a difundir, una herramienta contracíclica que permite una lectura heterodoxa de la intervención del Estado en la economía, por cuanto ofrece una respuesta al mercado estimulando variables pro-positivas en un marco internacional recesivo y bajo severas presiones de índole financiera.
(*) Cuando se es una PyME según facturación y sector de pertenencia http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/170000-174999/170679/norma.htm